Estos calabacines
resultaron de lo mas sabrosos, la mezcla setas y queso gouda creo un sabor muy
rico y suave a la vez, nos gustaron a todos mucho, no creo que tarde mucho en
prepararlos de nuevo. Si os dais cuenta es otra receta muy ligera, ideal para seguir una media dieta. Os dejo la receta por si os apetecen, espero que os gusten.
Esto es lo que utilicé:
3 calabacines
200 grs de queso gouda
cortado en daditos
1 bote de níscalos en
conserva casera cortados pequeños
1 cebolla de Figueras
muy picadita
2 dientes de ajo gordos
muy picados
La pulpa de los
calabacines
Un puñadito de perejil
picado
Una cucharadita de
orégano
Pimienta recién molida
Sal aceite de oliva
Queso rallado para
gratinar
Así los hice:
Los calabacines los
vamos a cocer en el microondas, para esto los pincharemos con un pincho de
brocheta atravesando de un lado a otro varias veces, los ponemos una bandeja tapados
en el microondas durante 4/5 minutos según sean de grandes a 800W cuando estén
cocidos los dejamos enfriar un poco y los abrimos por la mitad a lo largo y le
sacamos la pulpa, la picamos y reservamos, colocamos los calabacines en una
bandeja de horno untada con aceite y reservamos.
En una sartén ponemos
aceite echamos la cebolla, los ajos, sofreímos un poco y añadimos las setas,
seguimos sofriendo y añadimos la pulpa del calabacín, rehogamos bien y echamos
la pimienta, el orégano, el perejil y la sal, lo mareamos un poquito con las
especias y añadimos el queso gouda, lo movemos un par de minutos mas y
rellenamos los calabacines con la mezcla obtenida, los espolvoreamos con el
queso rallado y los metemos en el horno precalentado a 180º hasta que se vean
doraditos.