Estos níscalos los trajo mi hijo, le gusta
mucho buscar setas y comerlas, este año no han habido muchas, pero si muy
sanas, como hubo tanta sequía han salido mas tarde y se le echaron las
heladas encima, duró poco la temporada……jejejjeej. Las guardé en conserva, son pocos botecitos
pero bueno, cuando nos juntemos la familia dos o tres veces nos damos con ellos,
este día hice unos solomillos y quedaron muy ricos. Vamos a la receta.
Necesité:
4 solomillos de cerdo
2 cebollas picadas
4 ajos picados
Un puñado de tomillo desmenuzado
Pimienta recién molida
Sal
Aceite de oliva
Un puñado de perejil
Azafrán en hebra
Un bote de níscalos y el caldo de ellos (caseros)
30 g de almendras tostadas
30 g de avellanas tostadas
Un vaso de los de agua de vino de Montilla (este es especial, del que tenemos en mi barrilito huele que
alimenta) (yo no tomo vino pero el olor de este me encanta)
Lo hice:
Ponemos en una sartén o cazuela de hierro gruesa el aceite,
cuando esté caliente ponemos los solomillos a dorar, le vamos dando la vuelta
de vez en cuando para que queden dorados por todos lados, los tenemos como
media hora sin dejar de moverlos, los sacamos y los ponemos en un recipiente
tapados, en el mismo aceite echamos la cebolla, el ajo y lo pochamos, añadimos
el azafrán en hebra, el tomillo, la pimienta, los níscalos y los seguimos
rehogando, añadimos el caldo de las setas, en el mortero ponemos, el perejil,
las almendras, las avellanas y la sal, las machacamos un poco y lo echamos a la
cazuela, añadimos el vino de Montilla y lo dejamos evaporar, tapar y dejar cocer
a fuego muy lento, 15 minutos, mientras cortamos los solomillos en rodajas, una
vez los tengamos, los añadimos a la salsa y dejamos cocer tapados con el fuego
bajo unos 8 minutos. Y ya podemos servir, espero que os gusten.